Esta jornada se celebra desde el 2008 y fue establecida por la Asociación Mundial para el Lavado de Manos.
Surgió de propuestas que comenzaron a fines de los 90 y principios de los 2000, cuando se llevaron a cabo programas públicos-privados a gran escala para promover el lavado de manos con jabón.
1. ¡Lavarse las manos solamente con agua no es suficiente!
Lavarse las manos solamente con agua, una práctica común alrededor del mundo, es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón. Usar jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen la mayoría de los gérmenes. Por esto, lavarse las manos solamente con agua es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón.
Si se usan adecuadamente, todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades.
Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente y secarlas, ya sea con una tela limpia o agitando las manos. Una manera fácil de calcular los 20 segundos es encontrar una canción familiar que tome ese tiempo para cantarla; por ejemplo, toma cerca de 20 segundos cantar dos veces la canción del “feliz cumpleaños”.
2. El lavado de manos con jabón puede evitar enfermedades que matan a millones de niñas y niños por año.
El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas de prevenir enfermedades diarreicas y la neumonía, que juntas son responsables de la mayoría de muertes infantiles. Cada año, millones de niños y niñas mueren antes de los 5 años debido a la diarrea y a la neumonía. El lavado de manos también puede prevenir infecciones cutáneas, infecciones a los ojos, parásitos intestinales, SRAS, gripe aviar e influenza H1/N1, y trae beneficios a la salud de las personas que viven con VIH/sida.
3. Los momentos críticos para el lavado de manos con jabón son después de usar el baño o de limpiar a un niño y antes de manipular alimentos.
Las manos se deben lavar con jabón después de usar el baño, después de limpiar las heces de un niño (o después de cualquier otro contacto con excretas humanas, incluidas las de los bebes y niños), y antes de manipular alimentos. Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades. Es importante asegurar que las personas tengan facilidades para lavarse las manos en esos momentos críticos.
4. El lavado de manos con jabón es la intervención de salud más efectiva.
La promoción del lavado de manos es más eficaz y costo-efectiva, en comparación con el financiamiento que requieren otras intervenciones de salud. Una inversión menor en la promoción del lavado de manos trae beneficios semejantes a la salud que una inversión de en construcción de letrinas, o una inversión de miles de dólares en inmunización.
5. Los niños pueden y deben ser agentes de cambio.
Cuando se trata de compartir buenas prácticas de higiene, los niños–el segmento de la sociedad que suele ser más energético, entusiasta y abierto a nuevas ideas– pueden actuar como agentes de cambio y transmitir las “lecciones de lavado de manos” que aprenden en la escuela a sus hogares y comunidades. La finalidad del Día Mundial del Lavado de Manos es motivar a los niños para que hagan suyas y compartan las prácticas apropiadas del lavado de manos y hacerlos “embajadores del lavado de manos” en cada una de las iniciativas del país en el nivel nacional y local.
El poder está en tus manos; porque todo el mundo tiene el poder de lograr que las comunidades sean más sanas si se lavan las manos con jabón.
Fuente: Sociedad Argentina de Pediatría.
15/10/24