El mundo se conmovió ayer con una de las tragedias más grandes de la historia del fútbol: el avión que trasladaba a los integrantes del equipo brasileño Chapecoense, que debían disputar hoy la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional, se estrelló cerca de Medellín, al noroeste de Colombia, dejando un saldo de 71 muertos y 6 sobrevivientes, la mayoría de ellos con heridas de gravedad.
Aunque no están confirmados los resultados finales de los peritajes, la principal hipótesis que manejan las autoridades aeronáuticas colombianas, es que hubo una falla de los pilotos en el cálculo de combustible de la aeronave.
entre las víctimas fatales hay 19 futbolistas, 20 periodistas, 7 tripulantes de la aeronave y otras 25 personas entre dirigentes del club y funcionarios de Chapecó que acompañaban a la delegación.
En el plantel chapecoense hay un argentino, Alejandro Martinuccio, quien no viajó a Medellín por estar lesionado, lo cual le salvó la vida.