El Gobierno, a través de una resolución del Ministerio de Seguridad, estableció que los presos en cárceles federales estarán obligados a realizar tareas de limpieza y mantenimiento en los espacios donde están alojados.
Las actividades, de hasta cinco horas diarias y sin remuneración, buscan reducir la ociosidad, promover la responsabilidad y facilitar la reinserción social. La medida, que incluye sanciones para quienes no cumplan, forma parte del programa “Manos a la Obra” y busca erradicar la “cultura tumbera”.
Esta medida integra a todos los casi 12 mil internos que posee el SPF en todos los penales del país, sin discriminar que estén procesados o condenados. También están incluidos los presos calificados como de “alta peligrosidad” (entre ellos, varios narcotraficantes) y los que están alojados por delitos de lesa humanidad.