Una noche inmejorable la cual dio lugar a la propuesta artística interdisciplinaria «Arte Vivo» en la que la palabra se amalgamó entre las diferentes disciplinas artísticas. La palabra se escuchó y se materializó en los ropajes de la danza, el circo, el teatro, la fotografía, la pintura, la escultura y la música dando como resultado una creativa propuesta multisensorial.
La actriz Marcela Buonanduci, integrante de LAM teatro, dio el puntapié con la interpretación de dos poesías de Susana Soba: «Génesis» y «La Maga». Le siguió Tomas Pereyra con una performance circense denominada parada de mano. La actriz integrante del elenco del Teatro «La Comedia» de Saladillo, Adriana Salinardi leyó dos textos de su autoría, el primero fue acompañado con la danza de Candelaria Iocco que colmó con destreza y virtuosismo la trama y el segundo texto fue acompañado por el elenco de teatro «La Comedia» con la participación de los actores del elenco bajo la dirección de Esteban Urus, lo que le puso una dimensión distinta a la historia narrada.
Gustavo Madeja junto a Leandro López hicieron tres temas de folclore, el último fue la emblemática «Zamba para no morir» de Hamlet Lima Quintana, periodista, escritor y poeta con marcado afecto hacia Saladillo.
Ethel Mariotto, una de las personas más referenciadas con la cultura local leyó dos textos del libro «Ovillos» de Marta Macchi. Luego surgió el diálogo y preguntada sobre alguna anécdota de Susana Soba, recordó los tiempos en que compartieron la docencia en la Escuela Nº11, de campo luego de ser enviada allí como castigo. La función de Susana Soba como inspectora y la vocación que sentía por las letras y la docencia, así como el carisma que tenía la poetiza saladillense que la hacía llegar a lugares y a personas de todos los sectores y de espacios impensados.
María Mancini, en representación de la Fundación Soba Parrondo, se dirigió a los presentes y mencionó que era una ocasión en la cual la casa daba lugar a los artistas jóvenes. Jorge Di zeo también acompañó la actividad permitiendo la disposición de los distintos espacios para que los artistas estuvieran cómodos para hacer los cambios de vestuario y demás detalles.-
El dúo compuesto por Cristian Redone y Emmanuel Palazzi desplegaron armonías desde la simplicidad de los instrumentos usados, guitarra y voz, jugando con el formato que denominan «haiko», y que lo conjugaron con la lírica.
Leandro Carballeda junto a Adan Molfino, Juampi Marchesani y Emilio Morena le pusieron ritmo al cierre de la noche con canciones de reggae y rumba, presentando en sociedad su proyecto «Canciones con guitarrita», en formato acústico. «Canciones con guitarrita» repasa canciones propias y covers.-
Gabriela Castorina perpetuó con su cámara los distintos espacios y momentos. Mientra las artistas plásticas Jimena Cárdenas hizo escultura en vivo y Valeria Di Pascuale realizó dibujos instantáneos. Se sortearon tres obras de ambas artistas.
Gustavo Madeja se manifestó muy contento y agradecido a Saladillo donde pudo conformar su familia con su esposa e hija. «Los artistas de Saladillo son increíbles. Con Leandro empezamos con «Saladillo Late» y esto es un poco la continuidad. Muy a pulmón pero gracias a la gente que acompaña seguiremos trabajando».
Por su parte Leandro López, además tecladista de «Los Quelonios», manifestó que esto abre puertas para otros encuentros, esa es la idea que se sigan abriendo puertas para mostrar lo que se hace en Saladillo. Consultado ante su participación en dos eventos consecutivos, agregó que si bien tiene perfil muy bajo siempre sigue trabajando en lo cultural, «Siempre estoy», concluyó.-
La locución y conducción del encuentro estuvo a cargo de Graciela Achabal, quien usó un vestido que había adquirido Susana Soba en uno de sus tantos viajes.
Un agradecimiento muy especial a Carlos y Mica Laphizborde que acompañaron la actividad con maquillaje y peinado, y a Paolo Polis por la buena predisposición en el asesoramiento de vestuario.-
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