China anunció este lunes un importante giro en su política de natalidad impulsado por el rápido envejecimiento de su población y el desafío social y económico que esto conlleva.
La noticia, que relaja la política de dos hijos a tres, se produce poco después de que se publicaran los datos del censo, que mostraron una fuerte caída en las tasas de natalidad.
El abandono de la política del hijo único en 2016, para permitir que las parejas pudieran tener dos hijos si así lo querían, no logró llevar a un aumento sostenido de nacimientos y las autoridades tratan de frenar esa tendencia.