Cientos de farmacias de la provincia de Buenos Aires comenzaron a limitar la venta de medicamentos a los afiliados de obras sociales y prepagas debido a problemas financieros de larga data que se ven exacerbados por una tasa de inflación que se mueve bien por encima de los dos dígitos al mes.
El Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires y la Confederación de Farmacias Bonaerenses (Cafabo) aseguran que la inflación y la volatilidad de precios complicaron sus ventas con descuento porque reciben el pago por parte de las financiadoras 60 y 90 días más tarde, un plazo que los comercios del sector buscan reducir mediante negociaciones.
Los más afectados son los afiliados de PAMI y IOMA, que representan el 70% de la comercialización.