La Universidad de Buenos Aires declaró la “emergencia presupuestaria” y adhirió formalmente a la convocatoria de la Marcha Federal Universitaria que se llevará a cabo el 23 de abril como respuesta al recorte de fondos dispuesto por el Gobierno nacional.
«En las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial», reza la resolución del Consejo Superior de la UBA.
El comunicado fue difundido el último miércoles: «La educación pública universitaria constituye un orgullo de la sociedad argentina que se basa en los pilares de laicidad, gratuidad, autonomía, inclusión social, enseñanza con la máxima calidad académica, desarrollo de la investigación y compromiso con el entorno social, requiriendo un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades”.
Nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional, los rectores de las 57 universidades nacionales se pronunciaron el miércoles en el marco del 91° plenario: “Queremos manifestar que la situación económica financiera que atraviesa el sistema universitario público es grave”.
El congelamiento de fondos a las casas de estudio por parte del Gobierno de Javier Milei es un conflicto que viene creciendo desde diciembre. Con una inflación interanual que supera la barrera del 250 por ciento, las universidades han recibido sólo un 70 por ciento de aumento para gastos de funcionamiento, ítem que en la realidad representa un 15 por ciento del presupuesto total.
Sin ley de presupuesto, el Gobierno nacional decidió prorrogar el presupuesto de 2023, y sobre esos números gira fondos a las universidades. La devaluación de diciembre representó una relevante licuación de salarios docentes y no-docentes.
En marzo, las UBA lanzó un spot con la idea «Cuidemos lo que funciona», y una serie de publicaciones en la que compararon la asignación de recursos públicos de la institución con los de otras universidades extranjeras e invitaron a firmar una declaración «en contra del recorte presupuestario».