Tenía 63 años y su cuerpo fue encontrado por su mujer en la pileta de su casa. En sus redes había advertido que no se iba a suicidar.
El 21 de julio pasado, en su cuenta de X, Osvaldo Daniel Rofrano había denunciado “amenazas recibidas por tucumanos”. En aquella publicación, el empresario expresó: “No me voy a suicidar”. Una semana más tarde, su cuerpo apareció en la pileta de su casa: estaba flotando con precintos en las manos y en los pies.
El hombre de 63 años era licenciado en Administración de Empresas y andinista en sus ratos libres. “Nadie me separará de los principios que adopté cuando me decidí a ser libre e independiente”, había escrito en la misma red social en la que advirtió que algo podía pasarle.
“Cualquier daño que se produzca a nuestra familia y/o empresa, responsabilizo a los mafiosos líderes narco y trata que pretenden amedrentar a los que ponemos la vida para seguir generando trabajo y dignidad para la gente”, sostuvo en aquel posteo.
Luego agregó: “El intendente (de Luján de Cuyo) Esteban Allasino está al tanto. El mismo sabe quién está detrás. Y según sus palabras ‘no se puede hacer nada’”.
Rofrano, padre de dos hijos y abuelo de una nieta pequeña, vivía junto a su familia en la localidad mendocina de Luján de Cuyo, precisamente en el exclusivo barrio privado Las Candelas II, en Chacras de Coria. También era presidente de Gases Aconcagua S.A.
En todos sus perfiles solía publicar fotos familiares junto a expresiones personales relacionadas con la política o diversos temas de la actualidad. Rofrano había nacido en Buenos Aires, se casó en 1985 allí y vivió junto a su esposa en Ramos Mejía y luego en Almirante Brown. En los 90, por cuestiones laborales, se radicó en Mendoza.
Fuente: tn.com.ar