
Ji»La realidad es una verdadera hija de puta», sintetiza, categórico, frontal y sin tapujos Miguel Bonasso frente al auditorio que lo acompañó en la presentación de su libro «El hombre que sabía morir» en «El Ateneo» ex teatro Gran Splendid, categorizada como la segunda librería más hermosa del mundo.-
El anfitrión, periodista de raza si los hay, fue entrevistado por otro periodista, Luis Novaresio, quien más allá del relato de reciente edición, llevó a Bonasso a repasar desde los recovecos de su vida personal y profesional como periodista y escritor, hasta el análisis de la coyuntura política argentina.
La historia de esta novela transcurre entre la ficción y hechos reales a partir de la caída del jet Falcon que se estrelló a pocos kilómetros de Acapulco en 1976, de cuyos restos destrozados juntaron las partes y armaron tres cuerpos: de dos tripulantes y del banquero que contrató dicho vuelo.
Quienes se animan a cuestionar a Bonasso de oportunista, desconcen quizá que el origen de este último libro fue allá lejos y hace tiempo en 1978, tanto como treinta y pico de años y que luego de poder definir ideas inconclusas, logró editar y publicar recientemente.
David Graiver, quien había sido el financista de Montoneros, ¿vivo?
Este es el origen de la historia, que como periodista de investigación, sostiene sin traicionar los hechos. Un banquero judío-argentino que hace negocios con el Mossad y con Montoneros a la vez. Una joven hija del magnate que desaparece en Cancún en abril de 1989 y el hombre que sabia morir desde Cuba que decide resucitar.
Bonasso contó que : «a Graiver me lo presentó Jacobo Timenman» y que Gravier estaba vivo se lo dijo «un ex jefe de Interpol México: David Graiver no estaba en el avión que se estrelló en México. Vive. Se bajó en Houston».
En esta presentación, entre entrevista y charla de amigos, Miguel también habla de como vive la politica hoy: » Mal, con disgusto, no estoy de acuerdo. Fui crítico de las cosas que me parecen negativas desde el punto de vista del modelo de Cristina. Yo creo que robar no es de izquierda, es decir, afanar no es de izquierda, esta es una de las razones que me llevaron a mí a la pelea con los Kirchner después de haberlos apoyado. Pero me llevaron hace mucho tiempo, hay gente que cree que rompí anteayer, rompí en el 2008. Pero no estoy de acuerdo con este gobierno que me parece gerencial. Es muy curiosa la historia mía, mucha gente no la sabe: yo empecé al revés que muchos, empecé siendo un joven que trabajó en General Motors como joven ejecutivo. A los 25 años yo trabajaba en la planta de San Martín de la General Motors Argentina difundiendo las bondades del Chevrolet y viví todo ese mundo de ejecutivos que curiosamente me hice de izquierda y peronista por ese mundo, porque vi por dentro el monstruo y no me gustó nada» define.
La culpa de que esté este gobierno la tiene en gran medida Cristina y su gobierno.
«Ellos hicieron nacer esto. El kirchnerismo hizo algunas cosas buenas al comienzo que yo apoyé: reformar la Corte y por otra parte Kirchner restableció un poco la figura presidencial, que estaba hecha polvo con la salida de De la Rúa».
«He salido más pobre de la Cámara de Diputados de lo que entré. El otro día un imbécil me mandó un correo de esos que pululan en Twitter desgraciadamente, que es como una especie de baño público, y decía: Usted está cobrando una jubilación de diputado, por qué no dona sus libros gratuitamente. cobro una jubilación de 16 mil pesos, como jubilado después de haber trabajado más de 50 años, desde los 18 años. Y si no vivo del anticipo que me pagan de los libros»
Con pesar Bonasso da cuenta que «Es la primera vez en más de 50 años que no trabajo en un medio. Y no creo ser un mal periodista. No creo ser un mal investigador periodístico. Tengo que vivir de los libros. Porque Bonasso está con los Kirchner, o está en contra de los Kirchner, o estuvo con los Kirchner, o estuvo en contra de los Kirchner. Hay mucha operación en el periodismo y mucho vínculo de periodistas con servicios de inteligencia. _Hoy Stiusso se convirtió en una estrella tanto como Wanda Nara».
Creo que es un pensamiento reaccionario, decir que el periodista no tiene una cosmovisión, que no tiene una ideología, uno tiene una ideología y, el medio en el cual trabaja también tiene una ideología, define.
A Nisman lo mataron.
«No tengo dudas. Murió víctima de la interna de los servicios que comenzó con la muerte del «Lauchón» Viale, que desencadenó lo que ya conocemos, y, terminó con el asesinato del fiscal Nisman».
