El jueves 2 de marzo se concretó en el comité de la U.C.R, la visita del vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador. Lo hizo en carácter de presidente de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Buenos Aires, y se trataron distintos temas de carácter estrictamente político partidarios con las dirigencia de Roque Pérez, encabezada por su presidente el Sr. Sergio Martini. Al finalizar la reunión partidaria recibió a dirigentes del PRO y de la Coalición Cívica, integrantes de la mesa de Cambiemos de esa Ciudad.
En un marco de definiciones a nivel nacional en el cual los radicales quieren instalar un discurso propio en la campaña de Cambiemos. Así se planteó en el cierre de la cumbre radical en Villa Giardino, la UCR insistió en que el oficialismo hable de educación, justicia y que desarrolle una «visión social».
Por avenidas paralelas al debate central- que giró en torno a la necesidad de mayor participación de la UCR en las decisiones de gobierno de Cambiemos-, la cumbre radical que ayer cerró en Villa Giardino, Córdoba, dejó también definiciones electorales. La cúpula partidaria quiere sumar temas a la agenda que planteará Mauricio Macri en su discurso de apertura de las sesiones en el Congreso, está confiada en protagonizar las listas legislativas y en evitar internas, aunque eso les demandará una lucha aparte.
La idea es conversar con el Presidente algunos temas en los que creen necesario hacer hincapié de cara al año electoral: educación, justicia y visión social. «Son cuestiones que nos representan y creemos que hay que instalar en primer plano de agenda. La educación es la herramienta elemental para las personas pero también es clave para el desarrollo económico del país a mediano plazo. Las universidades, la ciencia y la tecnología son importantes en eso. Necesitamos muchos más profesionales para la Argentina que queremos desarrollar», indicó al diario Clarín el presidente de la UCR, José Corral.
Respecto a la Justicia, un tópico que pesó mucho en la campaña pasada de Cambiemos, ligado a la «borrachera de corrupción», consideró que «hay que continuar con la depuración y alentar a la revisión del período kirchnerista».
Además de las cuestiones de contenido, el radicalismo está pidiendo para este año tener buena presencia en las listas electorales de Cambiemos. Los radicales quieren que se vea en esas boletas la «territorialidad» que le aportaron a la alianza hoy gobernante y afirman que la UCR siempre se caracterizó por ser más fuerte en elecciones legislativas que en las que se dirimen cargos ejecutivos. «Esta elección es nuestra», remarcan en privado. Ya había marcado la cancha Corral al declarar: «En muchas provincias las personas más prestigiosas de Cambiemos son radicales. Nos parece que sería lo mejor que ellos encabecen las propuestas».
Los nombres propios todavía forman parte de las discusiones, sin confirmaciones. La posible candidatura de Alfonso Prat Gay por Capital Federal cobró fuerza cuando se lo vio entrar el sábado al salón del Hotel Luz y Fuerza de Villa Giardino donde se llevó adelante el evento y los radicales lo recibieron con los brazos abiertos. «Lo miramos con muy buenos ojos, si quiere ser candidato será una alegría», aseguran.
El trabajo que viene por delante será minucioso: consolidar Cambiemos en las 24 provincias y lograr evitar las Primarias competitivas. Aunque, si no hay acuerdo, no descartan la competencia interna. «Vamos a defender a los candidatos en todos los distritos. Donde se pueda habrá unidad y donde no, iremos a las PASO», aclaró el gobernador jujeño Gerardo Morales, lo que algunos celebraron como un gesto de apoyo a la candidatura de Martín Lousteau en la Ciudad.
Tampoco será fácil evitar la interna en la provincia de Buenos Aires, donde el radicalismo disidente, representado por históricos como Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella, desde el primer momento plantearon la necesidad de mantener la identidad y presentar candidatos propios.
Desde España, donde acompañó a Mauricio Macri a la visita de Estado, Ernesto Sanz siguió la cumbre de cerca. Sus allegados aseguran que está conforme con los resultados y que él también necesita que se institucionalice Cambiemos para que no todo recaiga en sus espaldas. «Los logros a los que llegamos fueron obra del espíritu santo, pero los errores siempre culpa de Sanz», se quejan desde su entorno. En 2015, como uno de los fundadores del espacio, él tuvo la lapicera para el armado de listas, pero en esta oportunidad quiere delegar enteramente esa decisión al partido.
Con el primer paso dado, los radicales se volverán a encontrar el 3 de abril en la convención nacional en La Plata.