
Familiares, amigos y vecinos de Lucas Aguilar, el delivery asesinado la semana pasada y de Josué Salvatierra y Paloma Gallardo reclaman justicia.
Tanto en Moreno como en Florencio Varela hay un vallado policial y agentes del cuerpo de Infantería de la Bonaerense. El clima es tenso en los dos lugares.
«¿A cuántos policías mataron ya? Ni patrulleros tienen. No se olviden que sus familias viven en la Provincia de Buenos Aires como nosotros y no tienen armas. Y los matan, como a nosotros», fueron algunas de las exclamaciones de los vecinos a los policías se se encontraban conteniendo la situación.