Entrevista a la Dra. Laura Taffetani.-
REFORMA AL RÉGIMEN PENAL JUVENIL: LA BAJA DE LA EDAD DE IMPUTABILIDAD NO PUEDE SER UN EJE DE POLÍTICA CRIMINAL.
¿Entonces, por qué hablamos de un problema que no está siendo el problema verdadero? ¿Por qué no estamos hablando de lo que sucede en las villas, por qué no estamos hablando de la complicidad del estado en estas cárceles a cielo abierto en las cuales el narcotráfico, el paco y el hambre circulan y son verdaderos actos criminales del estado frente a nuestros niños y jóvenes?
Días pasados el Ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, anunció la decisión del Poder Ejecutivo nacional de abrir el debate sobre la Reforma a la ley Penal Juvenil y específicamente planteó la edad de imputabilidad como uno de los aspectos a tratar en el marco de una reforma integral.
La muerte de Braian en el Barrio Porteño de Flores luego que dos delincuentes en moto le dispararan a quemarropa, y la necesidad de respuestas de la sociedad que pidió la remoción de las autoridade policiales, seguramente pudo ser uno de los disparadores del anuncio. Pero, resultaría cuanto menos demasiado sencillo si la solución para disminuir el índice de criminalidad estuviera en proponer únicamente una reforma al Régimen penal Juvenil.
Para analizar la relación entre la situación de vulnerabilidad de menores de edad y el índice de criminalidad resulta una buena alternativa conocer el planteo de quienes cotidianamente trabajan abordando esta problemática social.
Y no precisamente por la tranquilidad de la época estival, el dialogo ameno y directo fluye con Dra. Laura Taffetani, abogada y secretaria del Consejo de Administración de la Fundación Pelota de Trapo, da cuenta que el tema de que lo que sucedía con los chicos tenía que ver justamente con la cuestión de ese país que estaba cambiando a fines de la década del 70. Que ingresaba en un modelo tan neoliberal y que empieza ante el cierre de las fábricas de Avellaneda, se sabe que era un icono en eso. Define a Morlachetti como un luchador y recuerda que comienzó con casa de los niños, que era un programa con una casa para los chicos en la que se compartía la crianza entre las familias y los chicos, y que hoy sigue siendo así, aunque se configuró una familia totalmente distinta. Esa es la propuesta de Pelota de Trapo, cuyo eje se fue sustentando con esos programas que se fueron haciendo en estas cuatro décadas y que fue justamente pensar un país diferente en un lugar determinado y como desafío entre niños, niñas adolescentes y adultos. Era un mismo desafío. “No son un problema los chicos, el problema somos todos en el espacio de vida que construimos alrededor nuestro”, define.
Pelota de Trapo es una organización que nació hace 40 años, en Avellaneda, Pcia de Buenos Aires, fundada por el sociólogo Alberto Morlachetti, pudo unir allí esas dos cuestiones: la infancia y la política.
Laura refiere que desde la Fundación el delito no fue visto nunca como un tema especial, sino como tantos otros que sufren y que viven los chicos y en todo caso lo que siempre sabían que podían ganar en el imaginario y que sigue siendo el desafío hoy a pesar de la dificultad, porque “estamos en un medio que conspira contra eso, es justamente un proyecto de vida lo que diferencia cualquier situación en las cuales los chicos se ven involucrados sea como víctima de delitos, sea como autores, sea viviendo situaciones realmente sumamente difícil a veces para poder tramitar con edades tan tempranas, es justamente eso, que proyecto de vida queremos, no él solo o ella sola, sino que proyecto de vida queremos entre todos”.
La Fundación desarrolla su actividad desde su sede en Avellaneda y desde un trabajo en redes, más amplio, en todo el país, con una visión y perspectiva de trabajo unificada y enriquecida por las distintas miradas de varias organizaciones no gubernamentales.
Pelota de Trapo funda en el año 1987 el Movimiento Nacional “Chicos del Pueblo” en 1987 junto con otras organizaciones a nivel nacional porque reconoce esta cuestión. Laura Taffetani reconoce que en realidad la idea fue siempre dar respuestas concretas en el territorio porque uno también debe ser coherente con los discursos y si uno dice que la cosa va por un lado tiene que mostrar también hechos que indiquen que es posible ir por ese lado. Pelota de trapo al igual que cualquier otra organización que ha querido luchar por algo más allá en dar respuesta a los chicos en su territorio, muestra que es posible de este modo y por otro lado pelea para que las condiciones que se deban modificar sean las de un sistema económico social y cultural que es lo que se instauró hasta los años 40.
“En estos últimos cuarenta años lo que fue sucediendo es esta cuestión de un país que fue en retroceso, dentro de un mundo que fue en retroceso con un capitalismo cada vez más acentrado, donde la necesidad cada vez más de salir de nuestros territorios se hizo absolutamente visible. Ya en el año 87 cuando se crea el movimiento Nacional Chicos del pueblo en el cual justamente sale a disputar un país diferente para nuestros niños y niñas, poniendo el centro donde debe ser, en volver a pensar un país que nos tenga a todos, que podamos pensar un país realmente de felicidad, todo lo contrario a la propuesta que se da en un sistema capitalista como el que ha ingresado nuestro país en la década del 70, de una forma tan salvaje y esa es la pelea. Es dialéctico, hacemos nuestro trabajo en el territorio pero salimos a disputar en el país por que justamente las causas se encuentran ahí y la necesidad de la transformación también se encuentra ahí. Son necesarias ambas patas. Nosotros decíamos que con la marcha de los chicos que hemos salido a recorren a veces el país era como ponerle rueditas al trabajo que hacíamos todos los días en nuestras organizaciones”.
“Por eso el tema de la baja de imputalibilidad que hoy se propone no es un tema de política criminal y no salimos a contestarlo más alla que hemos escrito bastante sobre el tema. El punto no es si está bueno o no está bueno, si los chicos a los 14 años piensan o no piensan. Sino que nuestro eje es que justamente, este no está siendo el problema. ¿Entonces, por qué hablamos de un problema que no está siendo el problema verdadero? ¿Por qué no estamos hablando de lo que sucede en las villas, porqué no estamos hablando de la complicidad del estado en estas cárceles a cielo abierto en las cuales el narcotráfico, el paco el hambre circula y son verdaderos actos criminales de estado frente a nuestros niños y jóvenes?”.
“Fijate que días atrás estábamos hablando de las zonas liberadas cuando fue lo de Flores y los actos de corrupción de la policía, y de golpe salimos hablando de los chicos. Estamos viendo y asistiendo s situaciones de femicidios espantosas pero no armamos una mesa desde el ministerio de seguridad para discutir que se hace. Hoy mataron a una mujer en la propia unidad penitenciaria. Dentro de la unidad la mató su ex pareja. Y acaban de matar otra mujer en Glew, de esto no estamos hablando. ¿ Porqué estamos hablando de los chicos entonces?“.
EL TERRITORIO: DISTINTAS VARIABLES, UNA CAUSA COMÚN.
En lo concreto de la actividad diaria, con la amplitud de abordarlo en todo el territorio nacional, encuentran variables de las problemáticas. Pero en líneas generales encuentran en común las causas de las problemáticas en niñez, adolescencia y su relación con el delito.
“Lo que vemos en común en el espacio que compartimos con otras organizaciones de las provincias, que es un espacio que se llama la escuela de Educadores Populares y lo que vez en común es una misma exclusión en mayor o en menor medida si son zonas muy urbanas, si hay cordones que rodean como es el gran Rosario o el gran Córdoba o zonas rurales donde realmente son situaciones sumamente inhóspitas para cualquier niño o niña que no goce los privilegios de estar incluido en el Pacto social de la modernidad”, manifiesta Laura Taffetani.
Y agrega: “Lo que si uno ve y que es absolutamente infalible como estrategia, es la construcción de vínculos. Volver a construir vínculos. Los chicos y las chicas han dejado de tener referencias en los adultos con toda la razón. Uno vuelve a reconstruir esos puentes. El que lo vuelvan a querer es tan simple, y que sea considerado que fundamentalmente pueda ser parte del deseo de otra persona. Y es para todos, no solo para los chicos que delinquen. Por eso para nosotros y cualquiera de estas organizaciones cuando un chico ingresa, no importa porque ingresa. Si fue víctima o autor. Lo que interesa es como vivimos. Como volvemos de llenar de vida nuestra historia y como podemos proyectarnos. Ningún chico puede tener futuro sino tiene un presente que le permita serlo. Por eso lo primero de todo es que vuelva a pararse sobre sus pies. Ese es el primer hecho pedagógico necesario para poder pensar juntos como vivir de otro modo. Las problemáticas en general son las mismas, lo que cambian son las dimensiones o las formas. La principal es la exclusión y en distintas manera pero siempre se da que hay gente que nació en la cuna que no correspondía nada le cabe, hasta las cosas más esenciales que son una caricia, que es el sentirse amado”.
POLÍTICAS DE ESTADO VERSUS PROPUESTAS ESPASMÓDICAS.-
Pero no solamente desde el estado y las instituciones se construye una idea en el imaginario social respecto de un tema, sino que la mirada de la sociedad propiamente, hacia los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, resulta otro elemento importante a la hora de la definición de las políticas públicas a encarar. Y allí cobra virtualidad como la sociedad misma se vincula o se desvincula con una problemática, y que tipo y calidad de vínculos construye.
La Dra. Laura Taffetani habla desde lo teórico, pero esencialmente desde su experiencia e indica que: “Lo vincular tiene un contexto siempre. Cuando hablo de vincular no hablo de la relación que el estado plantea a través de sus aparato represivos. Un estado nunca puede amar. Un estado que excluye a los chicos nunca puede amar. Lo haga a través de los institutos, lo haga por mecanismos de control, el estado no ama. Lo que si siempre sucedió en las respuestas de las comunidades, lo vivimos en las sociedades de beneficencia del siglo XIX, se vivió desde la iglesia con la forma de la caridad, que quizá es una de las formas más acentradas , una de las cosas más crueles que está pasando hoy que es el nuevo mecanismo de control social que es la adopción, la adopción como caridad, lo cual es una cosa espantosa. Siempre existieron este tipo de cuestiones y el nuevo mecanismo de control social que es la adopción. La adopción como caridad. Es una cosa espantosa. Siempre existieron este tipo de cuestiones, por eso hablo de que construir vinculo en una organización en un colectivo que permite transformar la vida es una cosa, crear vinculo en la iglesia es otra y en el estado obviamente el único vinculo que puede crear el estado en cualquiera de sus efectores es de represión esto no quita como viene pasando, que es tan difícil a veces haya gente que este trabajando en el estado y que pretenda hacer otra cosa pero es como que te dijera siendo abogada que el sistema judicial es fantástico, por que como soy abogada entonces no quiero verme. No puedo enmascarar la realidad. El sistema judicial tiene una función muy clara que es reproducir y custodiar este modelo y trabajo en esa contradicción. Lo mismo le pasará a algunos empleados del estado, obviamente no estoy hablando de un carcelero. Lo bueno es separar paja del trigo. Lo que no ha sucedido estos últimos años. En eso siempre hable de que se pone todo en una misma bolsa y se habla igual de cualquier cosa. Las violaciones a los derechos de niñas, niños y adolescentes en instituciones de las cuales la peor es la familia en las cuales los chicos han sido víctimas. Enmascaramos esas situaciones y las otras instituciones tienen que ver con la falta de control del estado y algunas promovidas por el propio estado”.
En una mezcla de sonrisa que indica lo absurdo muchas veces de esos vínculos, Laura recuerda en este sentido el caso del cura Julio César Grassi, acusado de abuso infantil y corrupción de menores en la “Fundación Felices los Niños”. “Todos habíamos hecho denuncias contra Grassi y sin embargo quien lo apañaba era el propio estado. Y quien le dio 2.000.000 de dólares fue Cavallo. Eso es otra historia, pero hay que ser muy claro en el tipo de construcción que estamos hablando y no colocar todo en un mismo nivel uno está trabajando contra el estado, si uno quiere trabajar realmente un sistema económico, social y cultural que responde a una sociedad feliz, no responde con la lógica del estado. Eso es algo muy básico de la sociología y que ya muchos pensadores han escrito y que podamos hoy desmentirlo, ese por lo menos es mi pensamiento. Otra cuestión es que también hay gente muy valiosa que trabaja en el estado y que ha peleado desde esa idea. Pero este estado es criminal”.
“En ese sentido esta bueno pensar también cuales son los mecanismos de control social. Cuando nace la ley de patronato de menores el problema no es la institucionalización en si mismo. El problema es haber separado una población a la que había que controla r con otra que sería la de parámetros normales, con una familia tipo y que va a la escuela y accede a todos los derechos. En el caso de la ley de patronato Argentina, nace en un contexto anarquista, y lo dijo Agotte, su creador en el año 1919, en los debates parlamentarios, que esta ley responde a controlar los hijos de los anarquistas que estaban asolando la ciudad. La esencia del patronato de menores tiene que ver con armar un mecanismo legal por el cual interviene el estado en la familias, las sustrae y puede de ese modo efectivizar un control social. Y donde se materializó eso, en la institucionalización y en la adopción. Eran las dos situaciones en las que le sustraían los hijos. De hecho a mi me toco participar en juris contra jueces que el tema eran las adopciones. Ahora esto se ha reconfigurado totalmente. Los mecanismos de control social del estado son las cárceles a cielo abierto donde tenés a los chicos confinados en barrios de emergencia. Y a los chicos que osan salir de allí, ahí si tenés el sistema de promoción y protección de derechos que sigue siendo de la misma forma que el patronato, solamente actuando para determinados chicos no para todas las situaciones, y el sistema de responsabilidad penal juvenil que actúa para otro determinado sector. Pero si uno suma la cantidad de niños y niñas que viven en asentamientos y que sufren vulneración de derechos en general, que son millones, con los que ingresan al sistema de niñez en la provincia de Buenos Aires, es nada, muy pocos niños llegan a ese sistema”.
“Y el ultimo para perfeccionar, por lo que genera en el imaginario social, fue la adopción. La adopción como política de estado. La adopción nunca puede ser una política de estado, por que la adopción es una de las posibles respuestas que se puede tener en relación a un niño en excepción como lo es la institucionalización. Un niño debe estar entre el tema de ir a un hogar convivencial o la adopción solo cuando realmente se han agotado todas las instancias”.
“El tema de la adopción como política de estado es otra cosa. Implica que se está diciendo que hay una sola forma de resolver las cosas, y esa es quitando a las familias pobres sus hijos para llevarlos a las de los que están mejor. La respuesta justamente es devolverlos, por que justamente gran porcentaje de las adopciones hechas este último tiempo, que los chicos han sido devueltos dos o tres veces. Por que además es una locura pensar de ese modo. Se debe pensar en adopción cuando hay un evento como la primera guerra mundial en que la adopción vuelve a ser puesta en órbita en el tema legal en Europa o en Argentina la adopción cobra fuerza a propuesta de Evita a consecuencia del terremoto de San Juan para esa situación. Se puede hablar como política de estado en esas magnitudes. Cuando la plantea en una situación como lo está planteando en la argentina en las últimas décadas, es como forma de control social y así son las consecuencias tan terribles que tenemos sobre el tema”.
“Hay muy pocos chicos institucionalizados si se compara con la cantidad de chicos en los barrios que no llegan a buen puerto. Una de las Cosas más ricas que tuvo la Convención de los Derechos del Niños y que ha sido por que la convención fue producto de las Organizaciones, eso no hay que olvidarlo, por que fue una lucha de muchos años. Justamente de lo que se trata es que vos no podes tener una formula para resolver esta problemática. La única fórmula acá es que los chicos desde sus nacimiento deben tener condiciones para vivir, esa es la formula. Todo el resto, después cada chico y cada chica tiene su propia estrategia de sobrevivencia y lo que no se puede hacer es violentar esto. Con esto quiero decir que no hay fórmula ideal. Los hogares, hay propuestas muy ricas por que son comunitarias, salen del modelo familiar pero no van contra el modelo de las familias de los chicos. Nunca competimos contra la familia de los chicos, ese es el tema. Hay chicos que no quieren cambiar su familia, la mayoría de ellos. Y a veces uno complementa lo que les falta a la familia y hay veces que no es el hogar el tema. Uno tiene que tener un montón de respuestas. La comunidad suele ser sumamente creativa en esto y generalmente cercenamos esta cuestión. Se es muy hipócrita en el sentido de que la mayoría de los chicos que en la provincia de Buenos Aires están viviendo un verdadero infierno están dentro de los asentamientos. Y ahí no llegan el servicio local ni el servicio zonal y cuando llegan es porque ya hubo una situación muy grave. No puede haber respuestas generales para los chicos. Está mal cualquiera. Ni todo se resuelve con hogar convivencial, ni todo se resuelve con adopción, ni todo se resuelve como se está haciendo ahora: no resolviendo. Por que los chicos que no ingresan en este momento, ya que hay muchos chicos que están viviendo situaciones sumamente graves que nosotros las estamos viendo y que no se toman medidas, poruqe? Por que se dice que no se debe institucionalizar. Es una locura. Como tampoco se puede institucionalizar a un chico y tomar una medida de abrigo por 3 meses por que si la situación era tan grave como para tener que separarlo de su familia, la situación no se resuelve en 3 meses. Hoy lo que se está haciendo es eso. Se revolean los chicos. Se cumple la medida. Listo, 3 meses pase a la familia, pase el que sigue. Esto no está centrado en los chicos. Uno tiene que partir de lo que necesita cada chico y dar la respuesta necesaria, y en eso son infinidad de posibilidades que no se resumen en dos o tres. Y esa ha sido la experiencia tan rica que ha vivido cualquiera de nosotros. Cuando hablaba hoy de vínculos, aclaro que no me refería solo al tema de los hogares, vinculo significa que el otro es tan importante como cualquier otro miembro de nuestra vida y que vamos a estar disponibles, lo que abre un vinculo es la disponibilidad”.
DISCURSOS DIVORCIADOS DE LA PRACTICA. EL ROL DE LOS INTELECTUALES.-
La función de los intelectuales todavía pendiente de bajar a la práctica sus teorías mantienen como protagonista el enfrentamiento entre discursos y acción. Las reglas del marketing llevan las de ganar y plantean con slogans que carentes de acciones consecuentes, quedan solo en eso, frases que repetimos una y otra vez sin eficacia en la práctica.
«Estás tocando un tema que es muy profundo, el tema de los intelectuales y los tiempos que tocan vivir. Considero que todo lo que ha sido el discurso académico está bastante alejado. Ha estado y está bastante alejado de las necesidades del territorio, no solo por un cuestión de práctica sino por una cuestión de opciones. Si hay algo que duele de esta época, es la complicidad de los intelectuales, de la sociedad de haber aceptado este mundo tan desigual y que esto se refleja en las teorías, no solo en Argentina, también está pasando en el mundo, hay mucho alejamiento y no es inocente. Para mantener un determinado status de vida en este mundo como está planteado hay que hacer concesiones. Y en el tema infancia ha sido sumamente doloroso por que uno ve que está lleno de gente que habla de los chicos pero muy pocos que estén dispuestos a realmente denunciar, a realmente poner el cuerpo por ellos y es durísimo por que algunos hemos estado juntos mucho tiempo y bueno después los ves circulando por las distintas estamentos, dando charlas, pero cuando estamos en un momento álgido decis ¿Quién está? Te das vuelta y no están. Saben que a veces ponen en riesgo su trabajo o ponen el acento en lo complejo del sector. A mi me resulta indignante cuando una va a un servicio local escuchas profesionales quejándose que están tan agotados, y resulta que los que están pasándola mal son los chicos. Hay una inversión en esto, considero que con el tema de los profesionales han quedado pocos y creo que vienen generaciones con las cuales esto se puede revertir, esa debe ser la apuesta grande. Hay que volver a hablar de lo que Gramsci decía, hay que volver a armar los profesionales orgánicos, los intelectuales orgánicos y para eso se requiere también tener una visión de mundo diferente, que es lo que está faltando, por eso hay un divorcio tan grande entre la teoría y la práctica. Por que la teoría está avalando este sistema que estamos viviendo.
Decenas de aristas podemos encarar con las anécdotas que surgen. Nos quedamos con una contradicción que refleja algo de lo que hablamos inicialmente al comenzar la entrevista, la coherencia. “Fíjate que cosa más terrible. El año pasado la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de La Plata sacó una resolución que prohíbe a los chicos de la calle ingresar a la unidad académica, y puso dos patovicas en la puerta para que esto no pueda ser posible. No pasó en la Facultad de Ingeniería, pasó en la Facultad de Trabajo Social, que es una Facultad que después saca discursos muy de izquierda. Pero lo concreto y lo real que la respuesta que pudo dar a situaciones complejas que obviamente lo son cuando los chicos entran a las unidades académicas y a veces generan hechos de violencia, su respuesta fue la represiva. Esta respuesta se dió en una unidad académica donde justamente se tendría que trabajar estas dificultades como desafíos de aprendizaje. Esto es lo que está pasando”.
Entrevista realizada el 6 de enero de 2017 a la Dra. Laura Taffetani, Secretaria del consejo de Administración de la Fundación Pelota de Trapo que preside Norma Vasconi, quien ha acompañado a su creador Alberto Morlachetti. Sede en la calle Uruguay 209, Avellaneda, Pcia. De Buenos Aires.
Graciela E. Achabal.-