“No hay un solo día de mi vida que no recuerde al Dr. Raúl Alfonsín»
Hace ya 8 años que el radicalismo y el país no tienen más a Raúl Alfonsín. Hoy se escucha con frecuencia decir “si Alfonsín viviera diría o haría tal o cual cosa”. Ninguno de nosotros podemos poner en la Argentina de hoy palabras en la boca de Alfonsín. Su larga militancia política en el radicalismo, su lucha por la Democracia y la Justicia Social, sus escritos, sus discursos, sus acciones y obras de gobierno hablan por sí solo, de lo haría y pensaría Alfonsín. Solo una vez aparece un Leandro N. Alem,un Hipólito Yrigoyen, un Amadeo Sabattini, un Crisologo Larralde, un Moisés Lebenshon ,un Arturo Illia, un Ricardo Balbín por señalar solo algunas de las figuras trascendentes de la UCR, como también solo una vez existen hombres y mujeres como los Padres de la Patria y los que han dado otras expresiones políticas. Raúl Ricardo Alfonsín es único e irrepetible, no habrá otro como él. Con justicia es llamado el Padre de la Democracia, la recuperación de esta fue una conquista colectiva, pero el pueblo reconoció que él más que nadie simbolizaba esa reconquista. Nadie puede atribuirse haberle puesto al Presidente que asumió el 10 de diciembre de 1983:”El Padre de la Democracia”, el bautismo nació de abajo: del pueblo. Al cumplirse el quinto año consecutivo de la recuperación de la Democracia en 1988,el 31 de octubre de ese año Joaquín Salvador Lavado( QUINO) le entrego al ex –Presidente con esta dedicatoria: “A Raúl Alfonsín con gratitud y afecto” una viñeta con su personaje MAFALDA vestida con el guardapolvo escolar diciendo lo siguiente:” Al único Presidente capaz de demostramos que todo eso que nos enseñan en la escuela puede ser verdad”. Raúl Alfonsín trabajo desde su juventud por el país que soñaba MAFALDA, ese que seguimos soñando todos los argentinos. Lucho largos años como las olas de las del mar contra las rocas de las adversidades. Desde el golpe cívico-militar del 6 de septiembre de 1930 cuando derrocan el Gobierno Constitucional del radical Hipólito Yrigoyen, este y los sucesivos golpes cívicos-militares sumieron al país en la desesperanza, lo entregaron a los poderes económicos nacionales e internacionales, avasallaron la voluntad popular y la Constitución Nacional y violaron los derechos humanos. La más cruenta y sangrienta de las dictaduras fue sin duda alguna la que se inició el 24 de marzo de 1976. Pero los pueblos nunca se rinden y llega el momento en que le dicen “basta “a sus opresores. Y las urnas “que estaban bien guardadas” debieron ser “desempolvadas”. El 30 de octubre de 1983 fue la fecha elegida para que el pueblo se expresara soberanamente. Un radical bonaerense, nacido en Chascomús, había recorrido el país casi pueblo por pueblo recordando el Preámbulo de la Constitución en forma de rezo laico, enseñando que con la Democracia, se come, se cura, se educa…, anunciando que los habían violado los derechos humanos serían enjuiciados, ese hombre con su mensaje convoco multitudes y logro la adhesión de la inmensa mayoría de la voluntades de los argentinos y se convirtió en nuestro Presidente. El Hombre de la Esperanza trato de concretar el país que soñaba Mafalda, que soñábamos todos. Los intereses de los poderosos y los sectarios le pusieron mil y un obstáculos, pero pudo salvar la Democracia y entregar la banda presidencial a otro presidente elegido por el pueblo. Alfonsín inauguro en etapa que perdura por siempre. Hoy es nuestra obligación defender lo que se logró. Ya nadie podrá quebrantar las instituciones .Sera el pueblo el que en cada turno electoral defina quienes nos gobiernen. La última vez que hable con él fue en su lecho de enfermo el 27 de octubre de 2008, cuando le fui a mostrar, como iba a ser el busto que colocaríamos en la Plaza Principal de Saladillo (el primero del país y con él vivo) y por supuesto pedirle su autorización. Después de decirme que no merecería ese homenaje me expreso” póngalo hijo, no sé si podre estar físicamente pero estaré espiritualmente”. El 31 de marzo de 2009 paso a integrar el Panteón de los Próceres de nuestra Patria. La familia me permitió estar por un tiempo prolongado al lado de sus restos mientras lo velaban en el Congreso Nacional y de ahí y a escasos metros de su féretro junto con la multitud lo acompañe hasta el Cementerio de la Recoleta, es que no podía olvidar aquello que le cantábamos los jóvenes radicales desde 1972 en adelante: “Alfonsín, Alfonsín te seguiremos hasta el fin”. Raúl Alfonsín no ha muerto, porque los grandes hombres no mueren cuando mueren, viven en los miles que siguen sus ideas, en los que pregonan y custodian su legado. Como digo siempre Raúl Alfonsín al igual que el Cid Campeador, seguirá ganando batallas desde la tumba mientras haya un solo argentino que luche por la Democracia y la Justicia. Una mañana del año 2005, el Dr. Alfonsín me llamo al celular y me pidió que lo acompañara como como candidato a Presidente del Comité Pcia. de Bs. As de la UCR y el sería delegado al Comité Nacional y en las elecciones internas celebradas el 31 de Julio de ese año(en coincidencia con el Aniversario de Saladillo) fui consagrado presidente de la UCR. Como olvidarlo, no hay un día de mi vida que no lo recuerde.” Carlos Antonio Gorosito Ex – Intendente Municipal de Saladillo – Militante Radical.