Tal como se había anunciado, quedó oficialmente inaugurada la Biblioteca Futbolera «Julio Jorge ´Vasco´Olarticoechea» en la Escuela Primaria N°2, en el marco del Proyecto de creación de Escuela Futboleras, pensado por Ignacio Irigoyen para llevar a cada escuela de los 23 integrantes de la selección nacional de Futbol que compitió en el mundial de México 1986.
Se presentaron un centenar de libros, expuestos en uno de los laterales del patio cubierto, que hoy estaba exultante de vivaces colores, con las columnas decoradas y todo especialmente preparado. Páginas con relatos y fotos en los cuales los niños podrán refugiarse y recorrer las historias de sus ídolos futbolísticos. Saber sobre sus victorias, sus derrotas, sus esfuerzos y como llegaron a jugar en la selección nacional de Futbol.
La comunidad educativa se dió cita en este encuentro importante para la Institución. Gran cantidad de padres, emocionados, compartieron junto a sus hijos la actividad que incluyó la participación de alumnos en una demostración coreográfica referente a este deporte y al finalizar se sirvió pan dulce casero, preparado por padres e integrantes de la Asociación Cooperadora. Estuvieron presentes también el Intendente Municipal Ing. José Luis Salomón y el Subsecretario de Coordinación de Gabinete, Ezequiel Tarabú.
Ignacio Irigoyen, escritor, narrador y documentalista, expresó con efusividad y alegría como nació y se fue consolidando esta idea y su importancia en los niños y jóvenes para su acercamiento a la lectura, teniendo en cuenta que lo niños encuentran en los futbolistas, referentes a quienes pueden seguir o imitar, en una sociedad futbolera como la nuestra en la cual este deporte moviliza, convoca y permite construir vínculos con los niños desde otro lugar, pudiendo lograr objetivos que sin ese estimulo, muchas veces resultan muy difíciles de alcanzar.
La imagen y forma ser sencilla, cordial, solidaria del «Vasco» sin lugar a dudas despierta en los niños motivación, admiración y respeto. Eso se vió reflejado en cada foto, en cada abrazo que daba a cada uno, muy conmovido, recordando sus primeros pasos en esta escuela y en los potreros del Barrio 31 de Julio, «La 31» que lo vió nacer. En la entrada del establecimiento se expusieron fotos del «Vasco» cuando era pequeño, de su familia en algún acto escolar, que lo retrotrajeron en el tiempo.
Irigoyen por otra parte destacó que el reconocimiento y la vuelta de muchos de los jugadores de la selección a sus pueblos natales, fueron hechos que los volvieron a conectar con sus raíces. Alguno de ellos hacia décadas que no pisaban su pueblo natal.
Este punto de encuentro mostró una iniciativa simple pero concreta y creativa, que indudablemente despertó el interés de grandes y chicos.