La policía empezó a desalojar un campamento de manifestantes propalestinos en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde cientos de estudiantes seguían atrincherados pese a las órdenes policiales de marcharse.
Según el Los Angeles Times, , la policía usó granadas aturdidoras para abrirse paso, expulsó a la mayoría de los manifestantes y realizó numerosos arrestos. Estudiantes denunciaron el uso de balas de goma.
Agentes con equipos antimotines derribaron una barricada de madera que protegía el campamento levantado en el campus y arrastraron las carpas, según constató la agencia de noticias AFP. Los manifestantes se tomaron de las manos y formaron una barrera humana frente a los policías, que se llevaron detenidos a varios de ellos. Helicópteros sobrevolaban el lugar.
Durante la noche del martes, la policía y los responsables de la UCLA esperaron horas antes de detener un ataque de contramanifestantes, que arrojaron conos de tráfico, rociaron gas lacrimógeno y arrancaron algunas barreras. Al menos 15 manifestantes sufrieron lesiones, y la tibia respuesta de las autoridades fue criticada por líderes políticos, estudiantes musulmanes y grupos activistas.
El rector de la UCLA, Gene Block, afirmó en un comunicado que “un grupo de instigadores” se presentó en la noche anterior para “atacar con violencia” el campamento propalestino, pero no dio detalles sobre el grupo o por qué ni la universidad ni la policía universitaria habían intervenido antes.
“Independientemente de lo que uno piense sobre el campamento, este ataque contra nuestros estudiantes, profesores y miembros de la comunidad fue totalmente inaceptable”, dijo Block. “Ha sacudido nuestro campus hasta sus cimientos”.
Un enorme despliegue a policial empezó a formarse el miércoles por la tarde y se estacionaron varios colectivos vacíos cerca de la Universidad de California en Los Ángeles para llevarse a los manifestantes que no cumplieran la orden de desalojo.