Sus seguidores trascienden una generación y este 22 de noviembre pasaron durante toda la jornada por el monolito ubicado a la vera de la ruta nacional 205 donde Roberto Mouras perdió la vida en el año 1992.
Daniel y Alejandro, fanaticos de Chevrolet e integrantes de la agrupación «Todos por el Chivo» de Cañuelas, contaron a Convergencias lo que significó este gran piloto de automovilismo de quien mañana se estrenará la película “Roberto Mouras: El príncipe de Carlos Casares” que tiene a Vitto Carri, como uno de los directores del film documental a cargo de La Bielitia Producciones, que repasa la vida del “Toro”, quien falleció en el trazado semipermanente de Lobos cuando corría una fecha del Turismo Carretera, en 1992. el documental será expuesto en distintos lugares del país.
Un 22 de noviembre, pero de 1992, el circuito semipermanente de Lobos se llevó la vida de una de las máximas figuras de la historia del Turismo Carretera, Roberto José Mouras, ídolo de Chevrolet, aunque fue tricampeón con Dodge. La fatalidad, fiel aliada a los riesgos que implica el automovilismo, se devoró esa mañana la vida de quien venía ganando una carrera de Turismo Carretera.
La ruta 205 fue el escenario, cerca del cruce con la 41, para que la multitud, a la vera de la ruta, presenciara incrédula como un montículo de tierra frenó a la Chevy de Mouras, que venía a 230 kilómetros por hora y producto de una goma delantera traicionera que reventó “espantó” a la cupé del “Toro”.
El golpe fue seco, tremendo y un silencio sepulcral de miles de fanáticos presagió lo que ninguno quería ni esperaba, que se apague la vida de un tipazo de 46 años que solo quería ganar la carrera y su cuarto título de TC.
Roberto José Mouras nació el 18 de febrero de 1948 en Moctezuma, pero por cuestiones laborales la familia se trasladó a una ciudad cercana, Carlos Casares, y ahí se afincaron sus sueños.
Corrió en el Turismo Anexo J con un Torino marrón metalizado y en el ’74 subió al podio por primera vez en el autódromo municipal de Buenos Aires.
El 9 de marzo de 1969 debutó en TC con su Torino naranja y fue noveno en el 70, en Chivilcoy, carrera que ganó el célebre Rubén Luis Di Palma, y en el 74 compra su primera Chevy.
Con preparación de Jorge Pedersoli y Omar Wilke, Mouras comenzó a escribir la historia grande, ya que con la Chevy dorada, bautizada como el “7 de Oro”, enhebró seis victorias consecutivas, récord aún vigente en TC.
En el 79 pasó a Dodge y obtuvo tres campeonatos seguidos, 83, 84 y 85, y en el 86 regresó a Chevrolet. Ahí surgió uno de los máximos ídolos de la marca, aunque nunca se ciñó la corona con esa marca.
Sumó 50 triunfos
Roberto Mouras ganó post morten la carrera de Lobos y sumó 50 triunfos en el Turismo Carretera, detrás del nueve veces monarca y máximo ganador de la categoría con 56 victorias, Juan Gálvez. Pero el “Toro” Mouras fue grande arriba y debajo de un auto, porque fue valorado y respetado por propios y extraños por su don de buena gente, nada menos.
Fuente: Nota realizada con entrevista a los integrantes de la agrupación «todos por el Chivo Cañuelas» e información publicada en El Tribuno.-