
La llegada al gobierno del radical Javier González Fraga, abre dentro del radicalismo expectativas para algunos y miradas de reojo y dudas para otros sectores, si bien la UCR se adjudicó una nueva figura en un cargo clave y apacigua a la conducción del partido de cara a la cumbre que se organiza para fines de febrero en Córdoba para evaluar la marcha de la alianza Cambiemos y el panorama electoral hacia las legislativas.
«Esta es una gran noticia y una incorporación muy valiosa. Javier es un economista con una gran experiencia y una trayectoria que seguramente va a hacer un gran aporte a esta etapa en el país. Es, además, un militante radical y un economista de consulta permanente en el partido, que está muy comprometido con este cambio en la Argentina», indicó el presidente del Comité Nacional de la UCR, José Corral.
Por su parte, Ricardo Alfonsín, manifestó estar entusiasmado con su llegada. Dijo que «le preocupa a pobreza” y que tiene «sensibilidad social” «por ser un hombre progresista y gradualista”.
«Una de sus mayores preocupaciones es terminar con pobreza», resaltó Alfonsín, quien en los últimos tiempos, se había mostrado crítico con algunas las políticas económicas del macrismo. Muy por el contrario, se mostró feliz en declaraciones a radio El Mundo al describir los supuestos atributos del designado titular del Nación en reemplazo del sorprendido por la noticia aún, Carlos Melconian.
La Propuesta del Economista.
«Es conocida mi vocación por las economías regionales y las PyME», apuntó el nuevo presidente del Nación. Anticipó que mantendrá al directorio y al equipo actual de la entidad.
El nuevo presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, mantendrá en la entidad al directorio y los equipos que trabajaron con su antecesor, Carlos Melconian, y pondrá como ejes de su gestión a los créditos hipotecarios indexados por UVA y el financiamiento de productores y PyMEs, según él mismo adelantó esta mañana.
“Estoy convencido de que el banco está en el rumbo correcto (…) Voy a mantener el mismo equipo y el mismo directorio”, afirmó el economista en declaraciones a radio Mitre, tras aclarar que aún no está del todo integrado al banco y bromear con que el primer cambio que hará será cambiar las camisetas de Racing por otras de Independiente.
En cuanto a dónde pondrá el foco de su gestión, apuntó: “Es conocida mi vocación por las PyMEs y las economías regionales. (El Nación) es un banco para los que producen. Soy un convencido de que es un banco para el créditos para los productores, agropecuarios, industriales, de tecnología” y de cualquier sector.
También confirmó que buscará darle mayor impulso a los créditos hipotecarios con eje en “la propuesta del Banco Central de ajuste por UVA” (Unidad de Vivienda). El crédito, apuntó, “es el vehículo central para impulsar la vivienda y esto es central para combatir la pobreza”.
“Hay un tema de creatividad financiera: tenemos que lograr que las cuotas sean equivalentes a los alquileres. En la Villa 1-11-14 pagan hasta dos mil pesos por una o dos piezas”, agregó antes de de asegurar que su “obsesión” es “tener un país de propietarios”.
Sobre su llegada al Banco, aclaró que al jefe de Gabinete, Marcos Peña, lo conocía muy poco y que “tampoco” cree haber llegado por su militancia radical. “Diría que el presidente (Mauricio Macri) me conoce desde hace mucho y decidió darme esta oportunidad”, resumió.
El desafío de la inversión
Para el nuevo presidente del Banco nación, el desafío actual de la Argentina es “impulsar la inversión porque es lo que va a poner la economía en movimiento”. “Pública privada, nacional extranjera, de grandes empresas, de PyME… tenemos que convencer a los empresarios de que es el momento de invertir. Infraestructura, modernización… todo eso es clave” para impulsar la inversión, agregó.
Se dijo además “entusiasmado” por ver “un Presidente y un equipo que apuntan a las cosas correctas más allá de las de corto plazo” y especificó sobre el “gradualismo”: “Lo que se ha hecho no tiene nada de gradualismo en algunos aspectos (cepo, blanqueo, holdouts). Donde hay gradualismo es en la velocidad de reducción de lo fiscal”. Y aunque sostuvo que “la necesidad de un camino gradualista es conveniente” también aclaró que no es “un cirujano enamorado de un bisturí: a veces tenés que echar mano de una cosa y a veces, de otra”.
El nuevo presidente del Banco Nación también sostuvo que “hay que ir más a reducir los impuestos para impulsar la inversión que a reducir el déficit”.
Las tasas “altas” del sistema financiero, las atribuyó sobre todo a la alta inflación que, aseguró, “aumenta los spreads reales”, y los costos de intermediación, en los que mencionó como un objetivo la supresión del impuesto al cheque.
Finalmente, cuando le preguntaron si además de la inversión no habría que estimular el consumo, se manifestó convencido de que “cuando estimulás la producción, el estímulo va enseguida al consumo”, de que “no hay que adorar el consumo, por ejemplo, de electrodomésticos que son de otro país“ y de que “si agarrás un helicóptero y tiras dinero desde el aire, ese aumento del consumo es insostenible, efímero e inflacionario”.
fuentes: el Cronista – Diario del Noroeste – El intransigente.